Hoy el blog lo escribe una de nuestras Residentes, os dejo con ella:
«Mi nombre es Ítala, tengo 79 años. Desde hace dos años y medio que estoy en una Residencia de Mayores.
Recordando los años idos, mi vida fue intensa aunque con tanto trajín no pude cumplir algunos sueños que quedaron así, sin realizar.
Ahora en este tiempo de tranquilidad emocional siento la alegría de cuidar más de mí y de los otros.
Es aquí donde tengo mi segunda familia y las vivencias propias del devenir, todo esto es posible por el ambiente acogedor y el buen hacer de los profesionales que conforman equipos de trabajo, ejerciendo su labor con dedicación y alegría.
Para ellos, todos tenemos un mismo valor humano y todos juntos, profesionales y residentes, hacemos cosas maravillosas. Siempre hay una ocasión para festejar y eso nos hace felices.
También tenemos terapia emocional y cuando nuestras manos ya no responden gozamos de la música y el canto. Y esa motivación nos divierte mucho.
Me siento viva y con ganas. Transcurrir la tercera edad nos brinda muchos momentos de felicidad y paz. Me parece importante que conserve siempre la sonrisa y la capacidad del asombro como la que tienen los niños.»