Ayer realizamos un taller de repostería en el que un grupo de residentes elaboraron croissants de chocolate. Primero, estiraron la masa de hojaldre con el rodillo; seguidamente, hicieron triángulos en la masa; después, untaron el chocolate y enrollaron desde la base del triángulo hasta el pico; y por último, pintaron con huevo para que se doraran en el horno.
Un rato agradable donde el compañerismo y buen hacer estuvieron presentes.